Denominados también "panecillos del santo" o "pan de pobres", este pan dulce se suele regalar el día de la festividad de San Antonio, primer ermitaño, el 17 de enero. También se reparte para proteger a los animales y hasta se da los solteros para encontrar pareja. Así que... ¡seguro que hay un montón de gente a quien regalar!
Por supuesto, hay muchas recetas de estos panes, aunqe la mayoría se suele caracterizar por ser un pan tosco, dulce y seco, que se puede conservar bastante tiempo.
Debo admitir que realmente, es tan consistente, que practicamente te puedes alimentar de él sin pasar hambre, si en algún momento el mundo se termina y tienes que estar una temporada en un bunker. Así, sin exagerar!!!
Esta receta en particular la tomé de un libro que me regalaron de postres variados.
Ingredientes:
-4 huevos.(3 para la receta y 1 para decorar)
-300 grs. de azúcar.
-Ralladura de un limón o esencia de limón.
-250 ml.de aceite de oliva.
-500 l. de leche.
-1 kilo y medio de harina.
-1 sobre de levadura.
-Azúcar para espolvorear.
-Preparación:
Bueno, por los ingredientes ya pueden ver que estos panecillos no son aptos para una dieta, pero puedo asegurar que recién hechos son buenísimos.
A mí me salieron un poco grandes, así que recomiendo que los hagan un poco más pequeños (unos 5 cms.), porque crecerán.
En un recipiente grande mezclar 3 huevos con el azúcar, la ralladura de limón y el aceite. Cuando todo esté integrado, añadir la leche, removar y agregar la harina tamizada junto con la levadura.
Precalentar el horno unos 15 minutos a 50º.
La masa es muy grasienta y un poco difícil de trabajr, así que recomiendo que se manchen las manos con harina para poder manejarla.
Formar los panecillos y darles un corte en el centro. Colocarlos en una bandeja de horno con papel vegetal en el fondo y con un par de centímetros de separación entre ellos, ya que aumentan su tamaño.
Pincelar con el huevo que nos sobra y espolvorear con azúcar.
Introducir una bandeja resistente con agua en el hondo del horno o como hice yo, con un difusor, esparcir agua en el interior del horno.
Introducir l bandeja con los panecillos también en el horno y dejar unos 15 o 20 minutos, hasta que veamos que han doblado su tamaño. A mí tanto como doblar su tamaño no, pero se hicieron mayores.
Sacar la bandeja del agua y aumentar la temperatura a 225º.
Dejarlos entre 20 o 30 minutos más, según el tamaño de los panecillos.
Cuando estén dorados, sacar y dejar enfriar sobre una rejilla para que no suden y queden bien por todos lados.
Aunque duran bastante y pueden calentarse en el microondas al par de días, lo cierto es que están mucho mejor el mismo día.
Espero que les guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario