ROLLOS DE CANELA

        Estos rollitos, aunque son típicamente americanos, el caso es que se pueden ver en cualquier pastelería.
Este fín de semana me dí cuenta que tenía la canela abandonada y me había topado con una receta de estos bollos, que gritaban por salir de la hoja.
Yo los hice pequeños, de unos 7 cms de altura y finos. Unos pequeños bocados, con el punto justo de azúcar.

Ingredientes:

-25 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
-225 grs. de harina de fuerza.
-1/2 cucharadita de sal.
-7 grs. de levadura seca de panadero (yo le puse dos sobres del de la marca vahiné)
-1 huevo ligeramente batido.
-125 ml. de leche templada.

Ingredientes para el relleno:

-60 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
-2 cucharadas de canela molida.
-60 grs. de azúcar moreno.

Preparación:

          Muy fácil, así que nada de temblar con la cuchara de palo en la mano.
Poner a la leche templada (nunca caliente) la levadura y dejar que se active durante 5 minutos.
Tamizar la harina con la sal. Mezclar con la mantequilla y juntar con la leche y la levadura.
Necesitarás más harina para ir amasando, porque resulta un tanto pegajoso al principio. Por lo que recominedo hacerlo en un principio con un cortador o con una cuchara de madera y después meter manos a la obra.
Poner la bola que obtengas en un bol y tapas con un paño durante unos 40 a 60 minutos.
Pasado ese tiempo, amasar y estirar la masa en una mesa enharinada, hasta conseguir un rectángulo de unos 50 x 30 cm aproximadamente.
Mezclar los ingredientes del relleno, hasta obtener una pasta fácil de untar.
Cubrir la masa. Una de dos, enrolla todo y cortar en círculos de unos 4 cm de altura o como hice yo, cortar tiras finas, después cortar y enrollar.
A mí me salieron unso 20 rollitos de esta manera.
Los puse en una bandeja con papel vegetal y puse el horno a unos 50º durante 5 minutos. Después, la subí a 190º durante 20 minutos.
Pasado ese tiempo, las pinté con leche y los dejé 5 minutos más en el horno para que cogieran color.
Se les puede rellenar también con pasas, pero como los míos eran pequeños, no se las puse.
No son excesivamente  blandos ni muy dulces, por lo que son ideales para un tentempié, o para la hora del café.