Para los días de verano que se acercan, apetecen recetas frescas, buenas, rápidas y que no tengamos que aguantar el calor del horno.
Esta es sin duda, la receta que reune todas las características que buscas.
La encontré en el blog de "la receta de la felicidad". Un blog que reune no sólo unas fotos increibles de su material, sino lo más importante, unas recetas espectacular. Les invito a conocerla.
El caso es que tuneé un poco la receta original, no sólo porque no rtenía todos los ingredientes que se requerían, sino porque no quería que quedase demasiado dulce.
Les dejo la receta tal y como la preparé y les puedo asegurar, que esta Semana Santa fue mucho más cremosa, gracias a esta tarta (qué chispa!!!)
Base:
Galletas trituradas y mantequilla derretida. Yo utilicé galletas María integrales y la cantidad depende del tamaño del molde que utilicemos. Con uno de 18 queda más alto y más vistoso, pero la prefería pequeña para ampliar el corte. Unas 10 galletas y unos 100 grs. de mantequilla aproximadamente. Es importante que quede impregnado pero no demasiado líquido.
Ingredientes cuerpo de queso:
-250 grs. de queso mascarpone.
-200 ml. de leche condensada.
-500 grs. de queso de untar.
-1 paquete para hace flan para 4 raciones.
Ingredientes para la cobertura de fresas:
-200 grs. de fresas.
-2 cucharas de azúcar.
-2 hojas de gelatina.
Preparación:
Cuando se utilice un molde de metal, es bueno cubrir la base y los laterales con papel vegetal para cocina. Por un lado facilita el desmolde y por otro, evita las manchas de metal que inevitablente aparecen en muchos moldes.
Importante también que sean moldes desmoldables, porque facilitan que queden mejor cuando se descubre la tarta a la hora de desmoldar.
Hacemos la base de galletas y metemos en la nevera mientras preparamos el cuerpo de queso.
Ponemos todos los ingredientes en un cazo a fuego lento y cuando empiecen las burbujillas propias de la ebullición, separar del fuego e introducir en el molde.
Dejar reposar y meter en la nevera cuando esté frío.
Al día siguiente o a las tres horas (mirar siempre), hacer la cobertura.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Triturar las fresas. Poner en el fuego junto al azúcar y cuando esté caliente, escurrir las hojas de gelatina y meter en el cazo.
Revolver con una cuchara de madera y echar sobre la tarta.
Meter en la nevera hasta el momento de servir.
Importante sacar la tarta una media hora antes de servir para que quede más cremosa.
Muy buena para los que les gusta el queso y con la facilidad de conbinarla con base de bizcocho, por ejemplo y cobertura de otro sabor de temporada que nos guste.
Como siempre, todo es cuestión de experimentear!!!
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