Tenía poco tiempo para la decoración y sólo deseaba que por lo menos estuviese buena, así que recurrí a coches de juguete que compré y fotocopias de árboles, banderitas de formula 1 y de la meta, para darle mayor ambientación.
Es un modo sencillo de decorar una tarta y a los niños les encanta.
Además, se me ocurrió añadirle emanens de colores como paisaje al lado de la carretera para darle mayor color a la tarta.
Hice un bizcocho básico con aroma de vainilla (pincha aquí).
Lo rellené con crema de nata, yogur griego y gelatina de frambuesa. Encontrarán la receta de la crema en el enlace de esta tarta, pero en vez de gelatina de piña, le puse de frambuesa. Experimentar es la base, queridas!!! (pincha aquí)
Le dí al bizcocho un ligero baño de almíbar de mermelada de frambuesa y la cobertura de chocolate. Muy fácil. La misma cantidad de nata que de chocolate negro fondant, junto con un poco de mantequilla para darle más brillo. Calentar la nata hasta el primer hervor. Separar del fuego e incorporar el chocolate troceado para que se disuelva más fácilmente. Dejar reposar unos minutos y cuando empiece a tomar cuerpo, añadir a la tarta por encima, exteniéndola hasta que cubra toda la tarta. Yo supe 150 grs de chocolate y 150 ml. de nata para una tarta de 23 cms y quedó perfecta.
El contraste del chocolate negro y la frambuesa quedaron espectaculares.
Antes de meter en la nevera, es mejor añadirles los emanes, antes de que se endurezca el chocolate.
La decoración de la base esta hecha con swiss merengue buttercream con nutella, que ya explicaré cómo se hace.
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