Esta tarta tan romántica, contenía una frase importante para la cumpleañera que me pareció maravillosa.
Hacía poco me había comprado un dorado en polvo comestible y tenía muchas ganas de utilizarlo.
Para que quedasen bien, las letras las hice con un color entre ocre y amarillo, para que el dorado quedase bien. Como el colorante es el polvo, primero mojé con agua las letras y después pasé el pincel, pero no quedaban suficientemente doradas. Así puse los polvitos en un plato, mojé las letras con un poco de agua y directamente las unté en el plato. Con un pincel quité el exceso de polvo y quedaron perfectas. También se puede mezclar los polvos en un poco de agua y pintar directamente, pero si es poco lo que tienes que hacer, tiras demasiado material de esta manera.
Las rosas es cuestión de práctica, aunque no son tan difíciles como parece. Un día lo demostraré con fotos. Yo fui trabajando con diferentes páginas sorprendentes, donde te muestran cómo ir haciéndolas paso a paso y después, es cuestión de meter la pata muchas..muchas veces!!!jajaja.
Las hojas fueron lo peor, pero teniendo en cuenta que no tengo moldes de hojas, creo que quedaron creíbles.
El bizcocho era de chocolate (pincha aquí) y el relleno, de trufa (pincha aquí). Este jamás falla y lo cierto es que está tan bueno que es normal que se repita tanto. Además, le puse trozitos de chocolate para que tuviese más sabor a chocolate, así que imaginad cuánto sabor!!!
Para la cobertura, he utilizado la de otras ocasiones y que con el chocolate adecuado, queda perfecto. Siempre utilizo chocolate Valor en la misma cantidad que nata. La nata la pongo al fuego y cuando esté a punto de hervir, lo apartamos del fuego y ponemos el chocolate. Removemos hasta diluirlo. Cuando esté un poco más frío y coja cuerpo, poner por encima de la tarta hasta que todo esté cubierta.
Después sólo queda comerla y eso...es la mejor parte sin lugar a dudas.
Disfrutes, peques!!!
uf! Me voy a ahogar en mis propias babas!!!!
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